domingo, 8 de febrero de 2015

Manuel

Dime, Manuel ¿a qué carajos jugabas cargando esa mochila por las noches? Yo en verdad creía que eras cobarde, es más todos pensaban que eras joto, cabrón. Tampoco es que fueras valiente, en realidad fuiste lo más estúpido que pudiste metiéndote en ese tipo de "negocios" que con facilidad se le perdonarían a un secundarista, a un marihuano, a un pinche vago y no a tí "contador".

Ayer llamaste al trabajo para decir que no asistirías por problemas de salud, ya eran demasiadas faltas para un sólo mes y la administradora a pesar de aceptar más por compromiso que por en verdad comprenderte ya no parecía estar tan convencida de que fueras un elemento necesario en el equipo.
A tu madre sólo le diste la explicación de que tenías que ir a arreglar lo del seguro de tu coche, el cual por por conducir con la mente en otro mundo (quizás en el que ahora te encuentras) estrellaste contra una Pick-Up del año y te diste a la fuga hace apensa una semana.
Pero ¿qué hay más atrás? El día que te golpearon y llegaste muy temprano a tu oficina a checar tarjeta para poder ir a la clínica del seguro social a atenderte la herida que te causo un derrame en el ojo, hasta los guardias de la entrada se burlaron de ti cuando saliste buscando cubrir con una gorra lo que era inevitable advertir desde lejos.

Hubo fiesta el día 10, tú no fuiste a trabajar pero sí a checar entrada y salida, caminabas aun con dificultad por el dolor de la madriza recibida, pero no eran tanto ya los golpes sino el conocimiento que de cualquier forma, hicieras lo que hicieras no pasarías del 2014. El guardia de la caseta de entrada trato de conversar sin lograr sacarte más de dos o tres palabras la cuales dejaste salir sin el volumen suficiente como para ser comprendidas.

Día 13, 14... Ayer quince, "Tengo problemas de salud, Luz. No creo que pueda estar al cien por ciento en la oficina hoy", la mentira que usaste con tu jefe y además tu amiga de varios años.
"Tengo que ver lo del seguro" le dijiste a tu madre y saliste a comprar...

Lo que dejaste ver el viernes en la empresa causó extrañeza en tus compañeros, pateaste las bancas, te salías a fumar, entrabas y salías de la sala de juntas como loco y caminabas sin siquiera tener motivo para moverte de lugar, ya no diste importancia a tu trabajo, total ¿para qué? si desde hace más de un año tal parece que dejaste de darle importancia a tu propia vida.


16 de Diciembre del 2014

La administradora reunió a todos en la sala de juntas para dar un comunicado a todos los empleados de la empresa:

"Les pedí que se reunieran para darles la noticia del lamentable fallecimiento de nuestro compañero el Contador Manuel Mendez, hace un rato llamó su mamá para decirme que sufrió un accidente dentro de su casa al caer por las escaleras y se golpeó fuertemente la cabeza..."

No fue así como pasaron las cosas, nadie creyó que hubiera sucedido de esa forma, todos dudaron y no falto quien se diera a la tarea de investigar la versión real de tu muerte y uno de esos tantos dio con la noticia en la pagina web de un diario del norte del país:

"Se colgó de un árbol esta madrugada" 

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