sábado, 4 de enero de 2014

¡Don Beto, don Beto, ya tenemos Oxxo!


Creo que fue hace dos años cuando el entonces alcalde de este pueblo decidió aceptar un uso de suelo para que se instalara una tienda OXXO en frente a la plaza de armas, algo de burocracia, algunas cuotas y una tajada para el mismísimo alcalde hicieron posible la instalación del negocio. Mi pueblo siempre ha sido, desde que yo tengo memoria uno de esos municipios a los que todo el mundo llama "rancho bicicletero"
y lo es, la pequeña comunidad no ha acabado de urbanizarse del todo, hace un año llego Elektra y Bodega Aurrerá lo que le dio cierto toque de modernidad o desarrollo en cuanto a la imagen del lugar. Hoy me acuerdo que después de la apertura del OXXO me prometí nunca ir a comprar nada en ese establecimiento, nada, ni una recarga ni un vaso de café de ese que hace que hasta las tripas se me tiñan de color marrón pero que tanto me gusta. ¿Qué pasó con esa promesa? Pues la rompí poco tiempo después cuando fui con unos amigos a comprar una cajetilla de cigarros y un six-pack de cerveza. Me hice el indignado un tiempo ya que no me agadaba la idea de comprar en el OXXO lo que en otro lado lo encontraría más barato, pero en fin, hoy para mí es de lo más común encontrarme de vez en cuando en ese lugar comiendo algún sandwich de cuernito de pan, o algunos nachos de esos que sólo muy de vez en cuando me provocan una gastritis dolorosa.
La cuestión es que todo cambia, lo que no ha cambiado en lo absoluto, incluso podría decirse que ha ido empeorando con el paso de los años y las administraciones municipales es el pésimo estado de las calles. En el pueblo se puede caminar con dirección cualquiera y encontrarse de todos modos con una calle polvorienta, encharcada o con el drenaje colapsado, incluso en la zona centro hay calles que se inundan completamente después de una media hora de lluvia leve, y por ahí se observa a la gente caminar echando madres y quejándose del la mala labor del alcalde en turno.
Con la llegada de las tiendas Elektra y Bodega Aurrerá la gente clase mediera empezó a hacer más notorias ciertas conductas consumistas a las que antes no podían dar rienda suelta a placer por el hecho de encontrarse a 30 kilómetros de la ciudad más cercana, esa que ya contaba desde hace más de veinte años con tiendas de este tipo. Como lo decía, la gente empezó a hacerse de tarjetas de crédito de Banco Azteca, de Banco Wallmart, muchos contando con historiales crediticios deplorables, gente que tenía (y tal vez aún tiene) deudas en tiendas como Copel, Soriana, o Sam's Club ubicadas en la ciudad colindante, empezaron a hacerse de motocicletas, celulares, tabletas electrónicas y demás artefactos los cuales no necesitaban, no podían pagar y no sabían usar. No estoy seguro de esto, pero creo que si tuviera la habilidad de saber que persona está endeudada sólo con mirarla, me sorprendería de tal cantidad de morosos.
La gente pobre no siempre es ignorante, pero la gente ignorante casi siempre es pobre. Es en la ignorancia donde empieza todo este mal de la urbanización. La persona ignorante que llega a tener en sus manos un poco de dinero extra la mayoría de las veces lo pierde todo gastándolo en tonterías y vanalidades, muchas veces arrepintiéndose de ello tiempo después y otras no tanto.
Una compañera del trabajo hace unos dos o tres meses se compró un teléfono móvil con Android, un dispositivo que si bien no era de gama alta, en manos adecuadas pudo haber significado una gran compra; pero esta compañera lo utilizaba como un niño lo haría, prácticamente cuando la veía con el teléfono en las manos estaba viendo la misma imagen de una secundarista calenturienta y cabeza hueca. Tiempo después esta mujer se compra otro celular, yo en su lugar ni siquiera lo hubiera intentado, no se encuentra en posición de gastar y gastar, tiene un crédito con el banco y bah! a la gente que es estúpida ni qué hacerle. Llegó con este teléfono al trabajo y me pidió que le creara la cuenta de Google para acceder al mercado de aplicaciones porque creo que está media imbécil para hacerlo sola. Total, el teléfono no está mal, es muy bueno, pero como se dice "las armas son pendejas en manos de los peligrosos" justamente así se comporta ese aparato en manos de mi estimada compañera.
Tal vez no estoy dejando muy en claro el punto, quizás mis comparativas y recursos expositivos no han sido lo suficiente claros como para hacer entendible este disparate de ideas. Ahora lo resolveré. Es obvio que se necesita de la industria, de las fuentes de empleo, que el comercio no se activa no caminará la economía del país, del pueblo. Está claro que es necesario modernizar y urbanizar, el hecho concreto es que la gente de este pequeño "rancho bicicletero" creyó estar realmente preparada para enfrentar este cambio... no se lo pudo tomar con la debida calma.
Justamente a finales del año pasado se abrió un segundo OXXO cerca de una de las dos gasolineras que hay en el pueblo, es ya el cuarto dentro de los límites del municipio, es como una prueba de lo que quizá fue el sueño de muchos: "El pueblo se vuelve ciudad". Tal vez pronto lleguen otras empresas y cambie la fachada del pueblo, pero mientras los habitantes no cambien su mentalidad, será una ciudad habitada por una bola de gorilas con acceso a crédito de nómina.

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