miércoles, 29 de enero de 2014

Mexicanos incoherentes

¿Por qué somos tan hipócritas? Sí, hipócritas. Nos comportamos tan buena onda en ciertos momentos, reaccionamos como verdaderos activistas, como jueces justos y perdonavidas siendo que dentro de lo cotidiano nos comportamos como trogloditas degenerados y desalmados.



Seguramente te enteraste de cualquier modo del caso de Edgar Tamayo. Sí el mexicano que fue condenado a pena de muerte por el supuesto asesinato de un policía gringo. Y seguro también reaccionaste algo así: "¡¡¡Pinches gringos culeros!!! 'Eso no es de Dios', 'hay que rezar por él' ". Bueno, entre otra ristra más de insultos, reclamos y condolencias.

Lo que yo me pregunto ante todo este mar de palabras y de reacciones de enojo, de espanto y desprecio es... ¿Neta? ¿crees tanto en el derecho a la vida de un delincuente? ¿de verdad estás conmovido por la situación en la que estuvo este hombre?

No, espera, antes de que me taches de malinchista o vendepatrias o que digas que soy un asesino, pues se que hay infinidad de irregularidades y cuestiones truculentas en el desarrollo de este caso aunado a que de ninguna manera apoyo la pena de muerte...
Al punto que yo quiero llegar es que los mexicanos día con día nos estamos perjudicando unos a otros sin sentir la menor compasión por el prójimo... ¿Crees que miento?

Tal vez estos ejemplos te parezcan absurdos y hasta en cierto modo exagerados o ridículos, pero son la verdad... El mexicano vive siempre queriendo traspasar la libertad del otro, la libertad de opinar y hasta de pensar, estamos enfrascados en el juego del Yo-Yo... Yo quiero, yo necesito, yo primero... Pero la cosa cambia cuando se trata del bien ajeno... Tú tienes la culpa, tú no sabes, tú tienes que cambiar. Hablo pero no escucho, y chistoso pero cierto: "te gusta hacer pero no te gusta que te hagan".

Para los mexicanos siempre va a haber divisiones o diferencias entre nosotros mismos: Cuitol, indito, "oaxaco", naco, joto, pobre, americanista. ¡Aaah! ¡Pero eso sí, como van a ejecutar a un compatriota, a un hermano, a un paisano¡

Siempre va a haber gente que diga que matar al asesino no es la solución, pero te aseguro que han llegado a decir: "Si tocan a mi familia yo los mato". Para mi gusto falta congruencia en extremo.

El mexicano se indigna, se espanta, se molesta. Se molesta de que un extranjero se cobre a lo bestia un crimen que ni siquiera estaba del todo claro, ¡claro! todos sabemos que solamente los mexicanos podemos chingar a nuestros paisanos...

El caso de Tamayo es sólo un ejemplo, yo no apruebo de ninguna manera este tipo de acciones, pero aceptémoslo somos hijos de la conveniencia y la hipocresía.

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